10 agosto 2009

Había una vez... un Hada

Había una vez un lugar mágico, lleno de cosas imposibles y de milagros, donde las Hadas comandaban. Los reinos, antojadizos y cambiantes, fluctuaban con el pestañar del pensamiento o con el simple deseo. Algunos más y otros menos, tenían sus lugar.
Todos excepto tú.
Tu eras el adorno, el telón de fondo, el sirviente, el amante, el esclavo. Lo eras, al menos, hasta que pudiste escapar y regresar a casa luego de tantos... ¿cuánto habrá pasado?
Pero ya nada volverá a ser igual; ni tú ni el mundo que alguna vez conociste.
Ahora, eres un Changelling.

Y estarás perdido para siempre.

Finalmente tuve mi primer experiencia con Changelling: The Lost, uno de los juegos más silenciosos a nivel marketing por la propia compañía, pero que trae consigo la reivindicación que merecía para aquellos interesados en el floklore de las Hadas europeas y de la Antigüedad.

Secuestrado por las Fae desde el mundo huamano, y llevado a Arcadia a los fines caprichosos de tus amos, fuiste torturado, amado, modificado, transfromado... en algo. Un Changelling, ahora se denominan. Mayormente, los Changelling contribuyeron a acciones serviles de las criaturas gobernantes; la locura y la desesperanza de sufrir por siempre te quitaron tus memorias de lo que alguna vez fuiste como humano, pero no te quitaron la inteligencia. Así que, en algún momento, de algún modo, escapaste.
Corriste sin cesar, lejos del territorio, sintiendo el miedo de antaño en todo tu ser y sorteando los eternos laberintos espinosos de la zarzas, el límite entre lo humano y las Hadas. Al mismo tiempo, los ruidos detrás de ti indicaban que las Cazadoras no te perdían el paso; después de todo, habías escapado de tus propietarios y tenías que regresar a terminar de cumplir tus mandatos.
Sin embargo, la Providencia te permitió hacerle sentir a las Zarzas que querías regresar A CASA, y allí caíste; de golpe, en el medio de la nada, o en la ciudad, o en un basural, o dentro de una casa que alguna vez fue tuya.
Todo cambió. Nada es igual.
Pero hay alguien como tu que está allí, viviendo tu vida.
La decisión se hace inminente. Puedes destruirlo o perseguirlo, toturarlo, o simplemente alejarte para siempre para dejarlo vivir, y no provocar un inmenso dolor en todos aquellos que amas y que aún creen que estás entre ellos.

La soledad es el primer sentimiento pesado en tu cabeza, ahora fragante de libertad. No tienes a donde ir, hasta que otro ser como tu te mira a los ojos de manera más segura, y te sonríe.
Ahora tendrás un nuevo hogar.

Las historias pueden ser infinitas a partir de allí. El mundo faérico fue y es la base de las fantasías de todos los estilos y géneros que de allí partieron. Por esa riqueza, el juego puede dispararse hacia cualquier tipo de aventura, siempre obedeciendo la vinculación clara con las Hadas, el Freehold y las Zarzas.

Afortunadamente, el básico provee la suficiente información como para no necesitar sus posteriores suplementos (lo cual justifica su extenso tamaño). Sin embargo, pocas veces los suplmentos de un básico han sido tan útiles e interesantes como en esta ocasión. En este aspecto, Changelling también satisfizo todas las necesidad de sus fans.

Con respecto a mi experiencia, fue una aventura con las Cortes y en el Freehold, ambientada en Colegiales, Capital Federal (Buenos Aires); dirigido por mi gran amiga Lulibel (excelente artista por demás y muy buena guionista), nos ofreció un cinemático encuentro con intrigas dentro de nuestro propio Freehold, en donde descubrimos (los jugadores, dos Primaveras y un Verano) que las extrañas desapariciones ocurridas en las cercanías del lugar se debían a que los propios reyes estaban enviando como carcelos a Changellings que, luego de un tiempo en el Freehold, los hacían perderse en las Zarzas. Luego de unos cuantos desafíos denominados "el juego", los más fuertes eran seleccionados para destruir el refugio actual y comenzar con uno nuevo, y el ciclo parecía haberse cumplido varias veces, hasta nosotros.
El final concluyó en que uno de los jugadores era un Lealista de las Hadas, el cual fue eliminado al igual que los Reyes enloquecidos por su Wyrd (éstos últimos los hicimos que los tragaran las Zarzas por el deseo colectivo).

El aspecto más interesante fue la aventura entre las Zarzas en su realidad psico-cambiante (se modifica el ambiente con las emociones o los fuertes deseos), y el efecto de cambio de reinados entre las Cortes. Es muy hermoso imaginarse el sistema; cuando pasan las épocas y un nuevo rey asume, el lugar se tiñe de su corte. De este modo, uno de los jugadores (el Primavera que quedó), coronó al Freehold con su estación y fue proclamado Rey por los supervivientes. Respectivamente me coronó como Reina y Reyes a los de Otoño e Invierno que quedaron.

Para concluir, debo recalcar no solamente lo fascinante y diferente del juego (renovador, diría yo) que toca un aspecto sobrenatural no abarcado por el terror gótico, sino que el sistema es elegante y accesible. Conceptual y visualmente... ni hablar.

Altamente recomendable.

2 comentarios:

  1. Lo que tambien me gusto es que lo puedes adaptar para jugar con niños. Asi es, niños de 10 años o menos y aun asi no perderia la escencia de lo que es Changeling: The Lost a diferencia de Vampiro u Hombre Lobo.

    Con vampiro no podias ser muy explicito en la obtencion de sangre, con hombre-lobo te liabas entre dones y reputacion. pero Changeling puedes llevar esa hermosa locura incluso a los mas pequeños como lo han demostrado peliculas como:
    -> The Grinch
    -> Narnia
    -> Peter Pan
    -> Alicia in the Wonderland
    y mas recientemente Coraline

    Un excelente juego para introducir a los pequeñines al mundo del rol y retorcer las mentes de los mas grandes.

    Calificacion 10/10

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  2. Wow, la verdad un excelente comentario. nunca he tenido la experiencia de jugar con niños (debe ser bastante mas complicado si apenas uno puedo organizar a los adultso, jeje). Interesante, pero, como ingresar ese mundo "rolísticamente" a los chicos?? seguramente comod ecis, contándoles como un cuento, porque a los chicos les gusta "jugar a hacer de...". Eso sin duda. Pero es que jamas se me habia cruzado.
    Quizas seria interesante. Gracias!

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